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Santiago Sergio Díaz

El ser, frente a la posibilidad del no ser.

 

Primero que nada juguemos, como si tuviésemos mentalidad de niños,

solo ellos en la fortaleza pueril de sus pequeñas, grandes mentes,

juegan bien el juego de la probabilidad que el ser pueda no existir.

Planteado así: te propongo,

dime que entiendes por ser, cuando piensas que es una parte interna, en la excelencia de tu completud,

si al hallarte en las encrucijadas de tu vida,

eres capas de no ser tu mismo, 

limitas tus probabilidades, te obstruyes, te desconoces, te ausentas,

de tu propio ser, reparas en las banalidades de la imposibilidad, 

de no poder ser.

Entonces piensas como adulto, no juegas bien este juego de niños,

te exaltas, encarcelas tu mas preciado don,

que es el de sentir, 

allí donde los sentimientos se debieran parecer mas a eso que consideras internamente

tu ser. que a la negación de no poder ser ante una circunstancia desfavorable.

te propongo, alineate con un niño en la fantasía, de jugar a ser, el te demostrara que lo que

en ti representa una responsabilidad en su mundo de mágicas probabilidades es

nada mas que un juego,

te encontraras entonces disfrutando de certezas que son solo certezas y evadirás,

toda responsabilidad de ser ante el desconocimiento de algo,

un eterno adormecedor de el sentido mas humano e infantil que representa el propio ser.

juega: se niño, cree, demistifica, vive,

atrevete a ser.

 

 

 

 

 

 

 

Hundo mis sueños.

 

en este mar que inclina el barco,

donde te alejas, en las frías aguas ,

que abofetean con su oleaje, mi alma,

la conmueven, la empapan,

de ese gesto frío que denota tu mirada,

cuando te busco en la distancia ,

que te lleva,inexorablemente, de aquí, de este mi corazón, 

hasta tocar los contornos mismos de la nada.

 

 

 

 

 

 

 

Rompió el molde.

 

 

Este es un distinto, una pieza de museo,

quien rompió el molde, un diseño exclusivo, 

el amante de las mininas del barrio,

el que a la hora de defender su terreno, fue, es y será,

un grandísimo guerrero.

Este no es mi gato, es mucho mas que eso,

es el que me espera, los sábados por la noche, 

a la puerta del baile, el que se le para de manos a los perros,

este rompió el molde,

en el, todo parecido con la normalidad, es puro cuento.

Este rompió el molde, si no lo conociera, 

y me lo cuentan no les creo.

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