asociación de
escritores
de tandil


Claudia Elizabeth Cobeaga D'Anunzio
Nacida en Bahía Blanca un 12 de Noviembre y creció en B. Juárez, ciudad natal de sus padres. Hacia los 3 ó 4 años, a partir de sus padres y familiares, abrazó los primeros gustos por lo artístico, música y dibujo. En los comienzos de su adolescencia exploró la escritura, la poesía, la radio con “Pasajeros”, “El Tren” y la televisión con “La Puerta” y “Studio Jóven”. Mas adelante combinó el inglés, la tecnología informática, la enseñanza de la filosofía y la psicología.Colaboró, musical y catequísticamente, con grupos de niños y jovenes cristianos católicos y evangélicos. Ha incursionado en gráfica con la revista escolar “La Esquina” y realizando colaboraciones en el Diario “El Fénix”.Ha formado parte de una decena de antologías en la editora “De los 4 vientos” y en algunas otras, participando, además, desde el 2001, de la Feria Internacional del Libro, como también del Diccionario de Escritores de la Provincia de Bs. As. y en la sección literaria del diario local.Actualmente conduce “El Sello”, en la Fm del Sol local, por el cúal también ha recibido premios y reconocimientos. Edita desde 2008 la revista “Las Bellas Mentes”.Es parte integrante de “Rotary Club” y “Foto club Juárez”, recibiendo varios premios por algunas de sus producciones fotográficas.En docencia dicta catedrá en nivel medio, adulto y en superior como profesora de Filosofía, en B. Juárez como en Tandil y asesora en Olimpíadas de Filosofía y de Poesía.
Dueña del castillo o del dolor
Ya no brillan las estrellas
en el cielo de mi alma.
El viento no escribe
una canción de amor en mi corazón.
Ya no nacen flores
en los balcones de mi ser.
Sólo por altas murallas
mi cuerpo formado lo ves.
Estoy tan sola en este terreno
como un palacio ermitaño,
rodeado de fosas de pena
que me impiden cruzar el puente.
Sin nadie a quién poder resguardar.
Mis palabras realizan expediciones
sin nada lograr.
No tengo la corona de ningún rey
pero vivo en ese lugar
con tanta oscuridad
tan inmenso, tan alto,
tantos laberintos
dueña del palacio de la soledad.
Corro por cada amplio patio de mi amanecer
tratando de encontrar
un pasadizo secreto entre las rocas
para poder fugarme
y encuentro
todas las puertas cerradas.
Quiero empapelar de alegría mi alma,
subir las interminables torres de mis días
y aunque no pueda más
volveré de nuevo a intentar
no me voy a entregar a ser siempre el soberano,
la dueña del castillo del dolor.
Elegir
¿Qué recomendaciones le harías a aquél
a quién le han robado el corazón?
¿Qué le dirías a aquél que tiembla
cuando está descubriendo que se enamoró?
¿¡Golpéate la cabeza fuerte,
tan fuerte contra la pared!?
¿¡Camina en las noches oscuras
y hazlo silenciosamente!?
¿¡Corre llorando entre la lluvia
apretando fuerte tus puños!?
Si amás, elegís. Si llorás, elegís.
Si perdés, elegís. Si aprendés, elegís.
Si sufrís, elegís. Si vivís, elegís.
¿Qué condena dictarías para aquél
que no supo ver lo que sentían por él?
¿Sabés que te estoy poniendo en un aprieto, no?
¿Qué recomendaciones le darías a aquél
que metió la pata
y se equivocó de persona sin precaución?
¡Dímelo! ¡Toma toda tu libertad!
Dices que el tiempo decide:
¿No pensaste que ese tiempo puede ser mío?
¡Levántate de tu ciega ignorancia ahora!
¡No hay peor ciego que el que no quiere ver!
¡Toma la calle y corre tan rápido como puedas!
Las señales no siempre te llevan por el camino correcto.
Si amás, elegís. Si llorás, elegís.
Si perdés, elegís. Si aprendés, elegís.
Si sufrís, elegís. Si vivís, elegís.
¡Arrójalo por la ventana!
Tal vez evites una locura.
Tal vez sea la única oportunidad.
No sé cuánto tiempo me quedaré aquí sentada.
La vida y el amor son dos cosas que confunden.
No busques lo imposible,
lo posible gira más cerca de lo que pensás.
Sólo descubre en tu corazón la verdad.
Si amás, elegís. Si llorás, elegís.
Si perdés, elegís. Si aprendés, elegís.
Si sufrís, elegís. Si vivís, elegís.
Calor de mariposa
Estoy cansada, pero sigo escribiendo.
Mis piernas se quiebran, pero sigo caminando.
La tormenta me asusta, pero sigo buscando.
EI sol me lastima pero sigo mirando al cielo.
Las palabras me atraviesan como espadas
pero mi corazón sigue latiendo.
Las piedras caen brutalmente sobre mi camino
pero mi sonrisa sigue dibujada en mi rostro...
...pero mis manos no están en el bolsillo,
están golpeando la puerta de tu corazón.
Hablo demasiado, pero es el corazón quién escucha.
Voy caminando sola, pero es Dios quién me protege.
No tengo dinero, pero amo el tesoro del alma,
Soy impulsiva, pero el amor me detiene.
Divago sin perder el rumbo, a través de los puñales
que se clavan en mi espalda.
Vivo en un barrio suburbano, pero soy feliz
Mis calles son de tierra, pero allí crece mi raíz.
…pero mis manos no están en el bolsillo,
están buscando la llave de tu alma.
Mis oídos ya no te escuchan, pero sigo soñando.
Mis labios se enfrían, pero siguen proclamando.
Mis ojos están tristes, pero soy libre, eso creo.
Mis mejillas sonríen, pero a veces lloro.
Intacto
Intacta está mi fe ante el desencantamiento
por los corazones vacíos
de los que predican en el nombre de Dios.
Intacta está mi convicción ante la paradójica mentira
de los políticos anunciando al mundo justicia e igualdad.
Intacta está mi mente ante la represiva tortura
de los que usaron la bandera de la paz como puñal.
Intactos están mis sentimientos ante la abundante traición
adornada con los olvidos en las lenguas de los amigos.
Intacto está mi cuerpo ante el terremoto del tiempo
que te atormenta silenciosamente con su destrucción.
Intacto está mi autocontrol frente a la impotente furia
que se encarna en mis puños apretados por la locura.
Intacto está mi corazón ante la embriaguez del vino
que mezcla el sabor con la hipocresía de los enceguecidos.
Intactos están mis ojos ante la generosa injusticia
que nos azota como plaga arrasando todo a su paso.
Intacto está mi sentido de la dirección
aunque el circo de los especuladores
intente pasearme por el infierno de las dudas.
Intacta está mi inocencia
aunque intentan imprimirla en el pasado;
ella es el ancla y el timón de la integridad de mis días.
Intacto está mi corazón
y aún mi sangre corre ardiendo
por amores platónicos,
amores que se van inesperadamente
y reaparecen como fantasmas en la noche,
amores perdidos, amores encontrados,
amores no correspondidos, amores que engañan,
amores desencontrados, amores que se sienten,
amores que están lejos, amores que temen,
amores que lloran, amores que duelen,
amores que duermen, amores que vuelven,
amores que se pierden, amores que destruyen,
amores que huyen, amores que caminan a tu lado,
amores que nunca parten, amores que comparten,
amores que conviven día a día.
Mendigos
Hay tantas cosas que me gustaría decirte
pero el hielo de tu distancia me hace retroceder
cada vez que intento encontrar algo en tus ojos.
Busco disimuladamente en tus labios
se escape alguna palabra que deslice
el inconsciente y me haga temblar
como cada vez que te encuentro.
Si sólo hubiera una señal,
si sólo te dejaras llevar.
Te tengo tan cerca pero estás tan lejos,
no te das cuenta que necesito el consuelo de tus brazos
y mi boca ruega desesperadamente
el dulce de tu sonrisa al verme llegar;
es una droga que siempre niegas consumir
pero es un néctar endemoniado
que me pide más y más destruir los muros.
Es qué despiertas esa confianza
que sólo un ángel suele hacer.
Eres tan transparente y enigmático a la vez,
dos caras de una misma moneda que vendió mi alma.
Quizá no haya nada en común
pero algo en vos me pierde.
Soy tu mendigo
y tú siempre el mendigo de alguien más.
Es una ruleta rusa
dónde sólo hay una bala
que nos destroza el corazón.
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